Esta guía de auxilio
te servirá para aprovechar ese momento desesperado y revertirlo hacia algo
positivo y constructivo.
1. Date una
lacri-fiesta
- Sólo
para relaciones que merecen duelo. “Monta tu propia fiesta de pena (recomienda
Melysha Jane Acharya en The Breakup Workbook: A Common Sense Guide to Getting
Over Your Ex), permítete sentir exactamente cómo estás.
- Reconoce
tu tristeza y abrázala. Luego suéltala”. Si eres de lágrima difícil, ayudan
las canciones o películas “de llorar” (y un poco de vino).
- Una
investigación reciente, publicada en Current Directions in Psychological
Science, mostró que, después de llorar, baja la frecuencia cardíaca y
respiratoria, lo que facilita el relax.
- No
es sano extender más el período de autocompasión.
2. Inventa un ritual de
cierre
- Eficacia
simbólica, le dicen los antropólogos. Se trata de hacerle un simbólico nudo
final al ciclo y pasar a otro tema.
- Si
fue una relación que crees que recordarás con buena onda en un futuro lejano,
puedes guardar en una caja regalos, cartas, música y cosas que te recuerden a
tu ex y pedirle a alguien de confianza que la guarde hasta que estés fuerte
otra vez.
- Si
fue algo que prefieres olvidar, tira o... ¡quema todo! y arroja las cenizas
donde creas que hay más basura.
- También
borra su número y nombre del celular, chat, etcétera.
- Eso
hará que baje la ansiedad cada vez que suene el teléfono o enciendas la máquina.
3. No llames
- Inventar
excusas para retomar el contacto está en el ABC de cualquiera que se resista a
aceptar una ruptura, pero con esta conducta sólo estarás girando en un círculo
vicioso y te costará más seguir adelante.
- “Deja
junto al teléfono una lista de las personas a las que puedes llamar en vez de
a él -aconsejan Greg Behrendt y Amiira Ruotola-Behrendt, autores de It's Called
a Breakup Because It's Broken-.
- Cada
vez que lo llamas, le estás pidiendo que te vuelva a rechazar; que sea amable
no significa que quiera saber de ti.
- Comparte
tu vida con alguien a quien le importas”. Todos los expertos en el tema
recomiendan “contacto cero”.
- Si
se quedaron sus cosas en tu casa o tus cosas en la suya (y son muy importantes),
envíenselas por mensajería o mediante una persona neutral
4. Renueva tu entorno
- Limpia
y renueva la energía.
- Cambia
los muebles de lugar, elige colores distintos para las paredes, compra plantas
y flores, enciende un copal, pon un difusor con un perfume nuevo que no hayas
compartido con quien quieres olvidar.
- Todo
sirve, hasta cambiar de marca de acondicionador. Además, los cambios, aun los
pequeños y cotidianos, estimulan la producción de “sustancias de la felicidad”
en el cerebro.
- “Los
estímulos nuevos excitan el circuito de las expectativas –afirma el biofísico
Stefan Klein, autor de La fórmula de la felicidad–. La hormona dopamina se
encarga de dirigir la atención hacia esas señales y sentimos una tensión
agradable”.
5. Sal a las pistas
- Como
bien lo sabía Forrest Gump, correr es terapéutico y motivador.
- Además
de ponerte en forma y fomentar tu longevidad, el running es un método ideal
para dejar de ver grises las cosas.
- Profesionales
del Programa de Investigación sobre Trastornos del Humor, de la Universidad
Southwestern, en Texas, han afirmado que correr es tan eficaz como tratarse con
antidepresivos.
- El
equipo a cargo del análisis mostró que practicar ejercicios aeróbicos durante
30 minutos, al menos tres días a la semana, disminuye casi a la mitad los
síntomas de una depresión moderada.
6. Cúrate con sueño(s)
- En
la revista Science, hace unos años, se publicó que la calidad de horas de
descanso tiene más efecto sobre nuestra capacidad de disfrutar el día que los
ingresos económicos o el estado civil.
- Otra
investigación de la Facultad de Medicina de Harvard y la Universidad de
California en Berkeley, Estados Unidos, señaló que la falta de sueño hace que
el centro emocional del cerebro reaccione de manera exagerada ante las
experiencias negativas.
- (Pero
ojo: no uses píldoras para dormir. Estudios recientes han demostrado que son
nocivas y tienen vínculos con numerosas enfermedades. Mejor echa mano de tés
naturales, yoga u otras terapias relajantes).
7. Compra un ticket
- En
Bajo el sol de Toscana, el personaje de Diane Lane se va de viaje casi sin
querer y acaba comprándose una villa italiana “por impulso”; y entre una cosa
y otra se le pasa el bajón.
- En
Comer, rezar, amar, que es una travesía real, Elizabeth, al tomarse un año de
paseo para el autodescubrimiento, encuentra el camino, la verdad y la
vida.
- Es
decir: a Javier Bardem. Cualquier tipo de viaje (de compras, de aventura, de
estudio, espiritual, místico, de relax) es terapéutico en este periodo.
8. Mastica endorfinas
- Todas
las sustancias legales que te hagan sentir bien son bienvenidas en esta
etapa.
- Julia
Ross, autora de The Mood Cure, explica: “Si estás casi a cero de endorfinas
podrías andar por ahí llorando con los anuncios de la tele y reaccionando a
cualquier cosa que te digan como si fuera la mayor afrenta”.
- Ella
recomienda eliminar la comida chatarra, el exceso de azúcar y los productos
envasados y refinados; y en cambio, comer crudo todo lo que se pueda comer de
esa forma, e ingerir por día unos 30 gramos de chocolate con alto porcentaje de
cacao.
- No
se trata de privarte de comida con una dieta estricta sino de elegir alimentos
saludables que te gusten. Cuando pase el temblor y las secuelas del “corazón
partído”, estarás reluciente.
9. Fríe tu cerebro con largas
matinés
- ¿Todavía
no tienes ganas de nada? No importa; puedes mirar maratones de series o
películas.
- Busca
filmes en los que el amor valga un pepino. Superación, suspenso, acción,
realities, documentales de osos panda (de pingüinos no, porque son ultra
románticos).
10. Retoma tu proyecto
- ¿Querías
construir un imperio en tu área pero te daba culpa quitarle tiempo a tu
relación o tu próxima familia?
- Ahora
es cuándo.
- Retoma
lo que sea que ambicionabas en tu carrera, aprovecha para dar un giro
estimulante, concéntrate, pide una beca, haz un curso, vuelve a la
universidad, inscríbete a una maestría.
11. Ayuda a otros
- Dejar
de mirar tu desgraciado ombligo es bueno para ti y para el mundo.
- Únete
a alguna causa o practica el voluntariado. Una investigación de la Universidad
de la British Columbia, publicada en la revista Science, manifestó que el
altruismo eleva la felicidad de las personas.
- Según
el estudio, gastar dinero en otros podría significar una forma más eficaz de
ser feliz que usar ese dinero en uno mismo.
- Los
psicólogos concluyeron que los actos de generosidad mejoran la autoestima.
12.- Adopta un ser vivo
- Los
refugios están llenos de perros y gatos que necesitan amor y cuidado.
- Si
te gustan y puedes permitirte su manutención, una mascota cambiará tu vida
para bien.
- Cualquiera
que tenga una puede asegurártelo pero, además, está demostrado
científicamente.
- En
2009, los biólogos Miho Nagasawa y Takefumi Kikusui, de la Universidad de
Azabu, en Japón, señalaron que, luego de jugar con sus mascotas, los dueños
presentan en su organismo estallidos de oxitocina, hormona asociada con el
instinto maternal, el enamoramiento y el placer.
13.- Sal contigo
- Muchas
personas “saltan” de una relación a otra y nunca aprenden a ser buena compañía
para sí mismas.
- Visita
museos, pasea por sitios donde impere la naturaleza, cocina una comida gourmet,
cómprate un buen vino, ve películas, lee algo interesante, arma un proyecto
artístico, escribe un diario.
- La
soledad también puede ser un regalo de reflexión y disfrute, un campo fecundo
para que crezca lo que vendrá.
14.- ¿Sexo con alguien
más?
- Mientras
tu mente (alma, corazón) está en otra persona, no es una buena idea.
- Si
lo haces, dicen los expertos, es probable que te sientas peor porque
compararás, aun involuntariamente, y te sentirás mal, pues tu nuevo amante “no
es él”.
- Dicen
los ya mencionados Greg Behrendt y Amiira Ruotola-Behrendt: “El cese momentáneo
del dolor es efímero y, a la larga, te mantiene más tiempo aferrada al
dolor”.
- Por
otro lado, acostarte con alguien para dar celos a otra persona es cruel,
opinan.
- “No
es justo ni saludable. Cualquier relación concebida sólo para hacer reaccionar
a otra persona no sólo es falsa, sino una ofensa para quien forma parte de
ella”.
Si el rompimiento fue
por una infidelidad:
¿Cómo puedes manejar lo
negativo de su impacto y salir bien librado de su consecuente dolor?
1.
Sal del shock inicial. El descubrimiento de una infidelidad produce un
efecto traumático que es preciso trabajar.
- »
A pesar del trauma, de nada sirve actuar con violencia. Perder el control puede
llevarte a cometer una tontería. La infidelidad no es motivo suficiente para
convertirte en criminal.
- »
Lleva tiempo que regrese la calma; no tomes decisiones precipitadas.
- »
Controla tu deseo de interrogar a tu pareja como si fueras un inquisidor; mejor
espera a que hable.
2.
Restaura, paso a paso, la
confianza. Aunque la situación es incómoda, desconcertante y dolorosa, la
relación puede rescatarse.
- »
La recuperación de la confianza toma tiempo; al principio hay dudas, suspicacia
y reclamos.
- »
Llegado el momento, establece una comunicación abierta; no dejes que pase mucho
tiempo.
- »
De preferencia, conversa en territorio neutral: analiza motivos, errores de ambos
y el deseo de continuar.
- »
No compartas lo ocurrido con cualquiera, sólo con amigos o familiares que
pueden escuchar sin juzgar.
- »
¿Decir toda la verdad? Si te atreves a preguntar lo que no debes, te arriesgas
a escuchar lo que no quieres.»
- No
sirve hablar del amante ni buscarlo, ni mencionarlo a cada rato, ni comparar,
pues esto genera más humillación y hostilidad e impide la recuperación.»
- No
compartas lo ocurrido con cualquiera, sólo con amigos o familiares que pueden
escuchar sin juzgar.
3.
Experimenta el dolor.
Confía en la recuperación y
déjate sentir: enojo, culpa, tristeza, miedo... todo. La infidelidad puede ser
un parte aguas para mejorar la relación de pareja.
4.
Revisa tu relación. Evita etiquetarte en el papel de víctima o de
villano; reflexiona en la parte que te toca, pues casi siempre es asunto de
dos.
- »
Debes saber escuchar y aprender maneras de conversar.
- »
Recorre la historia de la relación y asume tu responsabilidad de cuando
empezaron a ir mal las cosas.
- »
Elige temas a tratar que vayan más allá de la infidelidad.
- »
Aprende a negociar y a manejar conflictos.
- »
Concéntrate en mejorar tu relación y no en hablar de la infidelidad.
5.
Decídete por una buena relación o por una buena terminación.
Si eliges continuar pero no
puedes dejar de mencionar lo sucedido, es mejor poner distancia. Si optas por
terminar la relación, el enojo y el rencor te facilitarán el alejamiento, pero
no es la mejor manera de cerrar.
6.
Trabaja en tu madurez personal:
A mayor seguridad personal,
menor impacto de la infidelidad
7. Siempre
es pertinente buscar ayuda profesional
Olvidar, boorar de la mente, no pensar nunca en ella, cuesta pero se consigue, tal que despues de un tiempo uno no podra decier nada de su rostro porque lo olvido.
ResponderEliminarBesos