lunes, 3 de febrero de 2014

VINCULOS FANTASMA



En la vida un vínculo emocional sano con una persona significativa se desarrolla de forma positiva y segura. 

- El amor que se da y que se recibe se perciben como genuinos y se es capaz de entregarse y esperar a cambio reciprocidad. 

Se genera un clima de confianza. En el vínculo fantasma ocurre lo contrario.

 

¿Qué es el vínculo fantasma?

- Término acuñado por el Dr. Robert Firestone.

- Es una ilusión de conexión que se da entre dos personas. La relación se basa en rutinas y roles más que en sentimientos espontáneos. 

- Estamos juntos, convivimos, dormimos juntos, pero sólo son conductas carentes de significado y emoción, pues el que lo padece pone una barrera invisible cuando se rebasa cierta distancia.

 

¿Es el vínculo fantasma responsable de que el amor se acabe?

- No lo acaba porque en él nunca existió; todo fue una fantasía. Aquí lo que hay desde el inicio es una profunda necesidad de afecto y una gran incompetencia emocional disfrazadas de actos románticos. 

- A diferencia del período de enamoramiento neuroquímico (6 meses a 4 años) donde el amor era genuino al inicio y luego se fue “apagando”, quien padece del síndrome del vínculo fantasma no puede sentir ni dar amor genuino en ninguna fase de una relación, aunque tenga muchas ganas y gran necesidad de hacerlo.

 

¿De dónde surge?

- De niños todos podemos imaginar lo que sería un escenario ideal donde se recibe amor incondicional por parte de nuestros cuidadores primarios.

- Cuando lo que deseamos no corresponde con la realidad, con padres que no ejercen la paternidad de manera exitosa, se van formando grandes huecos emocionales que necesitan ser llenados en algún momento de la vida.

- Se desarrolla con una ambivalencia entre el:

a. Miedo a confiar y ser lastimado

b. Terror de estar sólo y de ser abandonado

- Al no encontrar en los padres lo que se requiere, el niño forma una fantasía de total autosuficiencia: “como no me puedas dar lo que necesito, entonces no te necesito más. No necesito a nadie más que a mismo...”. Sostener esta fantasía de omnipotencia alivia de manera temporal los sentimientos de dolor, ansiedad y hambre

- La fantasía de grandiosidad y autosuficiencia la sostiene un falso “Yo” conformado por dos personajes: El padre fantaseado satisfaciendo necesidades y el niño necesitado siendo satisfecho. 

- Como es una ilusión, la persona sigue necesitando el afecto humano, por lo que en el fondo sus huecos siguen vacíos.

a. Es como jugar a la comidita: Puedes hacer como que cocinas, hacer como que sirves y hacer como que comes. Al final del juego tendrás más hambre que antes de empezar. La necesidad es real, la “comidita” una fantasía”.

- Mientras más grande haya sido la negligencia, maltrato o descuido de los padres, más fuerte se desarrollará esta fantasía.

 

¿Qué pasa en el adulto con esta fantasía?

- Se crea una fantasía de de conexión y amor, exactamente como la que hubiésemos querido tener con nuestros padres.

- No se toma el riesgo de intentar un vínculo real, porque le fantaseado, por insatisfactorio que resulte, nos da la sensación de control de la distancia emocional que se tiene con alguien. “Si me siento solo me acerco, si me siento amenazado me alejo”.

- Se resiste el amor e intimidad verdaderos porque se piensa inconscientemente que si se vuelve a confiar, como se hizo en la infancia, hay riesgo de volver a ser lastimados. 

- Activa entonces sus mecanismos de defensa para obtener en una relación ambas cosas: Se mantiene cerca de una persona que mitigue su soledad, pero a la vez conserva una distancia emocional que lo hace sentir “seguro”.

- Este patrón evita que pueda tener éxito en una relación, pues una persona sana se sentirá muy frustrada o abandonada a su lado.

 

¿Cuáles son sus síntomas?

- Inicios intensos: Empiezan con mucho entusiasmo y emotividad, pero en breve tiempo se vuelven cerrados, fríos y distantes.

- Freno de mano: Parece que todo el tiempo tienen puesto un “freno de mano emocional”. Te sientes atado/a y frustrado/a porque parece que la relación daría para más, pero de pronto parece que no, luego que sí...  así al infinito.

- Personalidad diluida: Pueden abandonar sus puntos de vista y opiniones para adoptar los tuyos. Empieza a debilitarse su personalidad y te empiezan a ceder el mando de la relación. Si tú no propones nada, nada se hace. Todo es como tu quieras, cuando tu quieras... o nada.

- Poco contacto visual: ya que es una forma de vincularse con las demás personas. Una conducta que suelen hacer los enamorados es mirarse a los ojos.

- Conversaciones de baja calidad: ya no se comparten cosas íntimas (lo que se piensa o se siente). Las conversaciones se limitan a temas del entorno (clima, gente); cuestiones prácticas (auto, casa, hijos, horarios); chismes y pequeñas quejas.

- Expresiones de afecto impersonales: Ya no hay jugueteos, pequeños detalles físicos ni palabras de afecto. La civilidad y cortesía sin embargo puede sobrevivir (abrir puerta auto, dar las gracias, tomar del brazo al caminar), pero sólo es un hábito sin sentido.

- Rutinas cotidianas como símbolo de unidad: Se puede hacer del beso de despedida, la salida al cine de los sábados, el cenar juntos todas las noches y ver el noticiero de la noche en la sala los únicos símbolos de unidad en la relación. Es el vínculo fantasma diciéndote: “Lo ves, no están tan mal si hacen todo esto juntos...”

 

  
 


 

 
Qué hacer?

- Admite la posible existencia de este tipo de vínculo en tu vida.

- Comprende que cuando niño estabas desvalido y eras dependiente, por eso tuviste que desarrollar la fantasía de omnipotencia para subsistir.

- Deja de negar que estás “raro/a, frio/a y distante”. Al menos considera la posibilidad de que es verdad.

- Reconoce que tu hostilidad y enojo espontáneos podrían ser los mecanismos de defensa que has empleado sistemáticamente para alejar a tu pareja cuando te sientes vulnerable.

- Hoy como adulto puedes reconocer la misma necesidad y vulnerabilidad que tenemos todos de formar vínculos. Todos necesitamos ser amados y valorados por alguien. En algún momento todos nos arriesgamos y si fracasamos, volvemos a intentarlo.

- Deja de repetirte que no necesitas a nadie en la vida para ser feliz. Ese que habla es precisamente tu niño vulnerable respondiendo de maneras compulsivas y muy fantasiosas.

- Este suele ser un problema de uno que se presenta en una relación de dos, pero si te quedas a pesar de esto, entonces cada uno tiene distintos problemas que cada uno ha depositado en esta relación y ambos necesitan trabajar en sus propios miedos.

- Busca o busquen ayuda profesional si es necesario.

 

Sueña y deja que tus sueños te sirvan como puertas a la realidad, no como laberintos que te devuelven a tus miedos y soledad interior

1 comentario:

  1. Que inquietante letras, cuantos al leerlas se habran sentido tocadas y vapuleados, en este mundo donde casi siempre los culpables son los padres. Que suerte la mia que solo vivi con mis abuelos.

    Besos

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